Cuando niño, creo que a la edad de 11 años, mirando la televisión (en un televisor que para cambiar de canal tenías que girar una rueda) se me ocurrió una idea acerca de la realidad: que la vida en la tierra es un ciclo continuo, de creación, desarrollo de la naturaleza y de la humanidad, luego de declinación, después de caos, y finalmente de desaparición o término de todo, para luego volver a empezar con la creación. Tal como volvías al mismo canal de televisión cuando girabas completamente la rueda del televisor. Esto pasó en la casa de mis abuelos, un día después del colegio.
Más grande pensé que la tierra, esa materia color marrón sustento de las plantas y la capa superficial de este planeta, tiene vida en germen en sí misma. O sea, que por procesos y circunstancias totalmente desconocidos para el hombre, puede surgir vida animal (y vegetal), como si en la tierra existiera la semilla para la vida. La simple tierra en ocasiones puede dar paso a la vida y la aparición de especies conocidas, desconocidas y/o que se creían extintas. En estos días, por la manipulación, contaminación y creación de elementos artificiales por el hombre, esa posibilidad se puede volver más difícil.
2 comentarios
Añade el tuyoMás que un ciclo cerrado sobre si mismo, la realidad es un proceso abierto, una flecha lanzada más allá del espacio y el tiempo. hacia un destino que nuestra mente solo puede intuir o imaginar….
Muy de acuerdo. Somos hormigas arriba de esa flecha.